[MUSIC] Bienvenidos a una nueva sesión de introducción a la tecnología. El día de hoy vamos a hablar respecto a tecnoética. Pero, ¿por qué esto es importante en un curso de tecnología? Vamos a hacernos muchas preguntas el día de hoy para poder empezar a comprender cuáles son los sentidos, significados y políticas que esconden las tecnologías. Preguntas como, ¿pueden ser las tecnologías neutras? ¿Tiene la tecnología valores en sí misma? ¿Quiénes pueden dar valores a la tecnología? ¿Y qué valores le asignamos a esta tecnología? Son las claves para poder empezar a comprender que la tecnología no es meramente un conjunto de artefactos o ideas o procesos. Sino que es también algo muy humano. A través de la tecnología nosotros transmitimos valores y esos son los que vamos a tratar de aprender a escudriñar en esta sesión. Primero, existe una visión tradicional de que la tecnología es neutra. Cabe decir que existen distintos autores al respecto, y hay gente que piensa que es así como gente que no. Por ejemplo, Pursell dice que la tecnología es un medio y no es un fin. Kranzberg nos dice que la tecnología no es buena ni es mala, pero tampoco es neutral. Y en cambio Ellul nos dice, no importa cómo se utilice, tiene de por sí consecuencias negativas o positivas. Cómo podemos entonces interpretar la tecnología desde el punto de vista de los valores. Tenemos que tener en cuenta las acciones o contextos que la tecnología genera. Van a ser positivos o negativos para distintos grupos, grupos de interés, personas, situaciones, o incluso para otras tecnologías. Eso hace que tengamos que fijarnos delicadamente en estas relaciones que son no únicamente filosóficas. Sino que también afectan en cómo nosotros tomamos decisiones y en cómo éstas nos van a poder construir una realidad distinta. Ante eso, pensemos en una típica idea que es la neutralidad de la red. La neutralidad de la red corresponde a una política general. En la cual los estados intentan que los proveedores no puedan intervenir a los paquetes que se transfieren hacia los usuarios. Aparte tiene un montón de otras consecuencias. Pero lo cierto es que esa idea genera tensiones. Tensiones que son difíciles de visualizar pero que claramente podemos distinguir grupos de interés al respecto. Un grupo va a pensar que desde un punto de vista estatista. La autoridad le inquieta que las entidades privadas puedan controlar información que circula y se deposita los sistemas informáticos, tanto privados como públicos. Por otro parte, desde un punto de vista liberal y capitalista. A los partidarios de la libre concurrencia les inquieta la posición dominante de las empresas, que bien pueden ser consideradas monopolios de facto. Esto va a poner competencia las distintas visiones que pueden converger en ciertas acciones y otras no. Pero que al fin y al cabo van a generar una realidad donde algunos van a poder hacer unas cosas y otros no. Esto hace que la tecnología sea necesaria, entonces, observarla políticamente. Un muy conocido paper, en esta área, es de Langdon Winner que en los años 80 escribe un paper llamado ¿Tienen los artefactos política? En su argumentación, distingue dos grandes enfoques que podemos utilizar para poder comprender esta complejidad. Un enfoque dice que implica el proceso tecnológico como el proceso de transformación, donde van apareciendo estos valores. Y es fundamental en la determinación de la política de un artefacto, dotándose progresivamentee de valores. O sea cuando va ocurriendo el proceso tecnológico en sus distintas etapas, los distintos agentes que actúen sobre esa tecnología en ese proceso, van dotándolo de valores. Otro enfoque distinto es visualizar que los artefactos se correlacionan con tipos particulares de relaciones políticas. Esto refiere que los artefactos son inherentemente políticos. Y eso también ocurre en otro tipo de connotaciones. Porque aunque el proceso pueda verse como algo muy estandarizado y muy neutro. Vamos a observar que los usos de la tecnología para los cuales fueron creados, ciertamente tienen valores positivos o negativos. Pensemos, por ejemplo, en la cadena de producción de cualquier tipo de arma de fuego. Podemos observar como desde su extracción como metales, hasta su comercialización, van a haber distintos agentes que van a dotarlo de valores. Pero al fin y al cabo un arma de fuego la podemos utilizar como para cazar, como para otras cosas no muy buenas. Otro ejemplo muy local es el sistema de transporte público. Podemos observar el sistema de transporte público desde ambas perspectivas. Desde el proceso de diseño hasta su implementación, como también de qué significa para distintos autores el que exista el transporte público. El transporte público va a permitir o a aumentar que las personas se empoderen de espacios comunes. Va a disminuir que la gente camine, va a recuperar el encuentro entre personas en el espacio público y va a disminuir los tiempos para recuperar tiempo. Pero también va a afectar al medio ambiente. Porque por lo general estos son elementos que van a poder generar contaminación tanto química, atmosférica, acústica, etc. De aquí que las personas o ciudadanos son clave para interpretar la tecnología y esa interpretación es lo que vamos a entender como tecnoética. Que es un campo interdisciplinario que se ocupa de estudiar los factores éticos y morales de las tecnologías. Busca un uso ético de la tecnología a través de estos análisis, y va a guiar los principios de desarrollo y aplicación para el beneficio de toda la sociedad. Al respecto, podemos observar distintas corrientes que observa la tecnología desde distintas perspectivas. Por ejemplo, determinista, constructivista, o sistémica. Cada una de ellas va a tener distitnos valores iniciales desde donde se para el analista o el ciudadano. Para poder observar si la tecnología nos va a determinar, o sea va a ser ella la que nos va a decir cómo vivimos nuestras vidas. Como por ejemplo pasa en ciertos fragmentos de Un Mundo Feliz de Aldous Huxley. Puede ser una tecnología constructivista. O sea la sociedad va transformando la tecnología y ella es la que va construyendo y elaborando, no simplemente las tecnologías sino también sus significados. Y enfoques sistémicos, en que observamos que la tecnología forma una ecosfera, una tecnosfera, como existe la biosfera que nos rodea. Al respecto de esto las problemáticas tecnoéticas han ido aumentando y transformándose a través del tiempo. Y tienen que ver con las tecnologías contingentes a distintos momentos. Al comienzo o inicialmente hay preguntas respecto a la industrialización, infraestructura y colonialismo. Pero después estas discusiones han ido evolucionando en la tecnoética. Hacia la eugenesia, los experimentos médicos, las exploraciones espaciales, los usos de la energía atómica, son propios de mediados del siglo XX. En tiempos actuales, las discusiones de tecnoética se centran en piratería, copyright, en el proyecto del genoma humano. En temas de privacidad versus seguridad, periodismo ciudadano, democracia efectiva o incluso educación. Y discusiones futuras que están comenzando ahora, tienen que ver con la inteligencia artificial, la vida subplanetaria, la longevidad, el transhumanismo. Este tipo de de discusiones que también es cultural, van a ser formas de ir comprendiendo y aceptando tecnologías. Dado que a medida que transcurre el tiempo, nuevas tecnologías se van insertando a nuestra forma de vida. Y esas transformaciones culturales tienen que tener reflexiones adecuadas respecto a qué aceptamos y qué no, como sociedad, de la tecnología. Un ejemplo, al respecto, que nos va a permitir visualizar de cómo se percibe una tecnología antes de que esta existiese en el día a día es la robótica. Hoy existen robots en distintas escalas, robot tanto pequeños y humanoides como robots que hacen acciones y que no lo parecen. Isaac Asimov un científico y literato de ciencia ficción del siglo XX, reflexionó fuertemente al respecto. En uno de sus libros él propone las tres leyes de la robótica, las cuales son. Que un robot no pueda hacer daño a un ser humano, o por inacción permitir que un humano sufra daño. La segunda es que un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto de la primera ley. La tercera es que un robot debe proteger su propia existencia en la medida de que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda ley. Estas leyes, que vienen desde la ficción, establecen un estándar ético. No para las acciones humanas sobre la tecnología, sino para la tecnología en sí misma. Cuáles tienen que ser los valores que tenga la tecnología en su toma de decisiones. O sea estos autómatas, cómo ellos van a reaccionar frente al daño entre humanos o sobre el daño a ellos mismos. Y esto nos hace visualizar que no simplemente tenemos que darle ética a las acciones de los humanos sobre la tecnología. Sino que en cada decisión tecnológica discutir cuáles van a hacer los valores en juego. En resumen, la sesión de hoy, hemos analizado la idea de tecnoética. Diferentes visiones y valores que tiene la tecnoética siguiendo el ejemplo de Winner de 1986. Como estas problemáticas tecnoéticas se resuelven en la comunidad. Por último, un ejemplo muy importante y muy característico respecto a valores de la tecnología en sí misma, que son las leyes de la robótica Asimov. Que nos permiten visualizar cómo nuestras decisiones transforman la realidad, y los límites éticos que damos a ella.