[MÚSICA] Hoy les hablaré de los aspectos psicológicos relacionados con el abuso financiero. Según un informe de la OMS, alrededor del 10% de los ancianos sufre algún tipo de maltrato. El maltrato puede ser físico, sexual, psicológico, económico y entre todos ellos el más prevalente o el más fácil de demostrar es el económico. Cuando hablamos de abuso físico, nos referimos las situaciones tanto de maltrato físico como de agresión o violencia. Siempre implica también un maltrato psicológico. Una persona puede ser objeto de maltrato físico y presentar hematomas o heridas debido justamente a que la están obligando a sacar dinero. En cuanto al abuso sexual, sería la típica situación de sexismo donde generalmente el hombre hace uso de su poder y fuerza sobre la mujer. Pero hay personas que buscan convivir o casarse, incluso, con otras para abusar financieramente de ellas. En cuanto al abuso psicológico, está siempre implícito en los otros tipos de abuso. Puede implicar humillación, vejación o burla. Sería, por ejemplo, la típica situación de bullying en la escuela cuando un niño es objeto de acoso por parte de sus compañeros. Por ejemplo, le hacen burla. O mobbing en el trabajo cuando, por ejemplo, a una persona le cambian la tarea, la relegan de su sitio habitual de trabajo. También puede haber extorsión con finalidades lucrativas. En cuanto al abuso económico, antes hemos dicho que era el más frecuente o el más fácil de demostrar. Cuando un familiar roba, engaña o extorsiona a otro, muy probablemente a una persona de la tercera edad porque normalmente suele ser la persona más frágil. También encontramos situaciones en que el que roba o engaña puede ser un cuidador en el mismo domicilio o en una institución. El desconocimiento también puede llevar a avalar a un familiar sin conocer las consecuencias. Se suele producir en entornos institucionales con personal con mucha carga de trabajo o poco formado, pero también en entornos familiares con problemáticas de desestructuración o poco control. ¿Por qué ocurre esto? Porque una persona desbordada por el estrés tiene más facilidad para descargar su agresividad física o psicológica en una persona especialmente dependiente. Vamos a ver qué factores de riesgo podemos encontrar. Pues por ejemplo, hemos dicho antes, situaciones de desestructuración familiar, falta de control y de límites en instituciones geriátricas, soledad de las personas ancianas. Ejemplos encontraríamos, por ejemplo, algún caso de algún nieto que abusa de su abuelo robándole sus ahorros o en instituciones cuando hay pérdidas de objetos importantes. Tendrían que haber programas de apoyo. Estos programas de apoyo tendrían que ayudar a las personas ancianas, las cuales tendrían que disponer de un asesoramiento gratuito para evitar que tomen decisiones ellos solos. Tendría que haber también mayor formación a cuidadores y también una mayor coordinación entre administraciones. Ante una decisión de hacer, por ejemplo, una hipoteca inversa de la vivienda, tanto el anciano en cuestión como los herederos tendrían que estar informados de las posibles consecuencias. ¿Cómo determinar si alguien está siendo abusado? Una persona abusada puede mostrar signos de ansiedad, de miedo o también sentirse humillada. Serían signos que nos tendrían que poner en alarma. También a veces puede haber constancia de que una persona está sustrayendo cantidades de dinero mayores a las habituales a lo que, bueno, a lo que es habitual en su vida cotidiana. Por lo tanto, esto también nos tiene que alertar. [AUDIO EN BLANCO]