[MÚSICA] Y ahora, la síntesis de la semana. Durante esta semana hemos estado hablando de la necesidad de humanizar los contenidos de ciencias sociales. Los conocimientos sociales. Muchas veces hablamos de ciudades, de procesos, de cronologías, pero nos olvidamos de preguntarnos por sus personas. Preguntarnos por las personas implica, por un lado, preguntarnos por todas las personas sin invisibles ni exclusiones. Por otra, nos lleva a humanizarlas, es decir, a entender que estas personas tienen condición humana, algo que todos y todas compartimos y que nos hace humanos. La posibilidad de humanizar a los contenidos no solo nos lleva a responder a los conocimientos sociales, ya que los conocimientos sociales salen de la sociedad y, por lo tanto, de todas las personas que configuramos la sociedad, sino también, y sobre todo, responde a la necesidad de dar respuesta a nuestros estudiantes. Es decir, nuestros estudiantes nuestras estudiantes, necesitan encontrarse en aquello que aprenden, necesitan ubicarse en la sociedad. Es, por tanto, necesaria, necesario, que se encuentren, en que encuentren referentes, encuentren su identidad reflejada como nos anuncia Tutiaux-Guillón, lo que hay es una necesidad de reconocer la pluralidad, la pluralidad de nuestros estudiantes, la pluralidad de nuestra sociedad, y que los contenidos escolares contribuyan a ello. Hemos hablado de esas personas que normalmente no están en las visiones que tenemos de la sociedad. Las personas que más que invisibles, son invisibilizadas. Entendemos que responde a una estrategia de poder en que se excluyen y se incluyen las personas como ejercicio del poder, y vemos que esta invisibilización puede darse desde la ausencia, desde la estigma o desde la homogenización. Asimismo, la invisibilidad escolar puede darse dentro de los contenidos curriculares cuando estamos obviando las preocupaciones, los intereses, de unos sectores de la sociedad y en los protagonistas y las protagonistas de esos mismos contenidos. Pero también si vamos a esferas más amplias, vemos que la cultura escolar muchas veces invisibiliza personas, identidades y culturas de la misma manera que lo hace el contexto social en el que vivimos y contra el que invitamos a rebelarnos. ¿Cómo se investiga esta invisibilidad de personas y la posibilidad de revertirla? Hemos hablado de investigaciones que tratan del alumnado, de sus representaciones sociales, de sus aprendizajes. Hemos hablado también de aquellas actitudes, de aquellas posibilidades que tiene el profesorado. Por otro lado, hemos hablado también de cómo se construye el conocimiento escolar. De hecho, la construcción de ese currículum que responde a los intereses de una clase dominante es el que genera la invisibilidad curricular. Y hablamos también, obviamente, del contexto, porque el contexto social es el que, por un lado, invisibiliza o da presencia a ciertas personas e identidades, y por otro, es el que nos ubicamos y del que surge la necesidad de visibilizar a diferentes sectores. Hemos hablado también de cómo esta investigación tiene diferentes aspectos alrededor del mundo. Son muchos los lugares donde se están preguntando por las personas que aparecen en sus contenidos y cómo pueden dar mejor visibilidad a toda la sociedad. Vemos, por un lado, que hay algunos sectores, como por ejemplo las mujeres, que son investigados alrededor del mundo. La ausencia de la mujer como sujeto histórico y social se ha detectado a todo el mundo. Pero después cada país, cada contexto, presta atención a sus propias peculiaridades, a las peculiaridades de su propia sociedad. Vemos, por ejemplo, que ya sea en Australia o en América Latina y Canadá, hay una preocupación muy grande por cómo se incluyen, cómo se visibilizan y cómo se da presencia a las comunidades indígenas que normalmente han sido obviadas del currículum escolar. En ese proceso es cuando hablamos de la necesidad no solo de incluir, de introducir a todos los protagonistas, de diversificar las personas protagonistas, sino sobre todo de incluir, de transformar el currículum a partir de sus preocupaciones, de sus cosmovisiones, de su manera de entender la vida, de vivir el tiempo, de vivir el espacio. De la misma manera, en Europa hay bastantes investigaciones que hacen referencia a cómo vemos la otra edad, es decir, a cómo construimos conocimiento de aquellas personas no europeas, dado que el conocimiento histórico y social ha sido normalmente bastante eurocéntrico. Los retos que nos presentamos para poder diversificar los protagonistas, para poder desinvisibilizar a las personas y grupos o identidades que aún ahora están invisibles en los contenidos sociales son, por un lado, la formación del profesorado, y aquí vemos que muchas veces el profesorado tiene ganas de revertirlo, pero no tiene la formación suficiente para hacerlo. Por otro lado, el de poder construir un relato social conjunto, a partir de todas las voces. Seguidamente, una transformación de las temáticas. Como decíamos, el tener en cuenta a toda la sociedad no pasa simplemente por una inclusión física de las personas protagonistas, sino también de la transformación de las temáticas para que dé respuesta a las preocupaciones, opiniones y existencias de todas esas personas. Seguramente, todo eso nos llevará a unas temáticas mucho más vinculadas a la vida, a la vida de todas y todos. Y finalmente, y no por eso menos importante, cómo esa crítica a la invisibilidad y esa posibilidad de visibilizar a todas las personas, tiene que ir de la mano de una lucha contra las desigualdades. Hemos hablado también de cómo todo eso podemos llevarlo a la práctica, qué tenemos que hacer para en las aulas poder revertir estas invisibilidades. Hemos hablado de la importancia del pensamiento crítico para poder destapar las invisibilidades, preguntarnos por ellas y así tener ya el paso para poder revertirlo. Por otro lado, hemos hablado de la importancia de tener en cuenta las experiencias de diferentes personas, la multiperspectiva, a través de fuentes orales, de fuentes personales, y así como naturalizar la diversidad. Podríamos decir que una buena manera de llevar al aula esta desinvisibilización, esta manera de humanizar los contenidos, sería desde la presencia de todas las personas, desde la condición de humanidad de todas esas personas y colectivos, y desde entenderlas desde el protagonismo, es decir, somos todos y todas agentes sociales y de transformación. Esto nos lleva indudablemente a un compromiso, un compromiso con aquello que aprendemos, con aquello que enseñamos, un compromiso con nuestras alumnas y nuestros alumnos, y también un compromiso social. Como hemos visto, la opción de desinvisibilizar, la opción de considerar que toda la sociedad es digna, y esa gente es una opción política. Vemos también que esta opción política nos lleva a tener una visión integradora de la sociedad, que no excluya ni genere ciudadanos ni ciudadanas de segunda. Y todo eso, desde un marco general, filosófico casi, de la dignificación de la vida humana. Cuando dignificamos, cuando luchamos contra las desigualdades, cuando nos planteamos una educación crítica y emancipadora, al final lo que estamos creando es una proyección de futuro más comprometido. ¿Cómo creamos un futuro para todas las personas? ¿Quién construye el futuro? Si somos todas y todos, somos nosotros los que tenemos a qué comprometernos con el futuro que queremos, un futuro que sea más justo. Y como decía Fontana, que no está escrito en ningún lugar, sino que será el resultado de lo que todos nosotros podamos imaginar. Es por esto que en esta diapositiva no vemos ninguna imagen porque el futuro no está construido. Me gustaría que entre todos imagináramos qué, cuál es aquel futuro que queremos imaginar, que queremos proyectar y que, por lo tanto, queremos construir. [MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO]