[MÚSICA] [MÚSICA] Existe una máxima que se aplica en muchos conceptos en la vida diaria y que por supuesto aplica a la estrategia digital, lo que no se mide, no se puede mejorar. Podemos entonces considerar que para evaluar si nuestra estrategia está siendo exitosa, necesita algunos ajustes o de plano es un desastre, tendremos que hacerlos con datos contundentes, provenientes de una apropiada medición. La situación es un poco compleja porque también, como dijo otro sabio ingeniero, todo se puede medir y entonces, el problema, habría escalado rápidamente de hay que medir a cuál de todas las mediciones es la más relevante. Pensemos en el mundo de la física, donde podemos conocer el peso, la velocidad, la distancia, la temperatura, el tamaño, el volumen, hasta inclusive la resistencia de algún material. En el mundo digital tenemos los CPCs, impresiones, CTRs, lids, lights, reacciones, views y claro, los clics. Hemos sido testigos de la creación de tableros o dashboards con tal cantidad de variables que, para medir la estrategia digital y operación del negocio, bien podrían compararse con los controles de un avión, con sus múltiples sensores e indicadores de instrumentos. Siguiendo con la analogía con la aviación, es relevante conocer que los pilotos utilizan un conjunto básico de indicadores, conocido como el six pack, compuesto por seis elementos a través de los cuáles el piloto, es capaz de controlar la aeronave. Esto no quiere decir que el resto de los testigos e indicadores, no sean importantes, por el contrario, son complementos esenciales para algunas maniobras. Más bien, nos permite entender que aunque el piloto vea frente a sí, decenas de testigos, sabe seleccionar con su experiencia, las señales que le permite determinar el rumbo correcto del vuelo. Para poder definir si nuestra estrategia digital está volando a la velocidad y altura correcta, necesitamos entender cuál es nuestro destino y claro está, nuestro punto de partida. Entre mejor definido esté nuestro rumbo, mejor podemos interpretar todas las variables que la analítica digital puede entregarnos. Así que, si hemos definido que la estrategia digital nos apoyará a vender nuestros productos o servicios, seleccionaremos variables a lo largo del proceso de compra. Si decidimos que nos ayudará a crear presencia de marca, usaremos variables que nos permitan dimensionar la exposición. O bien, si hemos definido que nos servirá para monitorear y conocer a la competencia, entonces la relevancia de los diferentes hallazgos y benchmark que se obtengan, será la medida a utilizar. Podemos entonces decir, que no hay una medida que le quede a todos los casos, y que dependiendo de nuestra estrategia, será la selección de variables que deberemos medir. Cuando sepamos qué queremos medir, entonces podemos decidir qué herramientas utilizaremos, cuál será la frecuencia de medición y de forma relevante, conseguir un marco de referencia. Para medir la temperatura corporal de una persona, podemos utilizar un termómetro o podemos hacerlo con la mano. Claro, la precisión no será la misma. Sin embargo, sin un marco de referencia, ambos metodos pudieran servir para lo mismo. Si no conocemos los rangos de referencia de la temperatura, 36 a 37 y medio, una temperatura normal, 37 y medio a 39,5, fiebre y menos de 35, hipotermia, por ejemplo, no podríamos llegar a una conclusión sobre el estado físico o de salud de la persona. Si a esto le agregamos, que estas referencias pueden variar, si la temperatura se toma en la boca, en la frente o en la axila, entenderemos que sería necesario saber cómo se midió la temperatura antes de medicar a un paciente, con base sólo en estos datos. Si queremos tomar decisiones acertadas, deberemos invertir tiempo en diseñar la medición. En seleccionar correctamente las referencias e interpretar así, correctamente los resultados. 300 mil visitantes, 500 likes, 5% tasa de rebote, 14 lids y 3 ventas en un mes, son sin duda, medición relevantes, ¿son buenas o son malas? Depende de la estrategia, la inversión y los objetivos. Para un negocio que vende hamburguesas, quizás sea un resultado pobre, pero qué tal, si vendemos bienes raíces o si vendemos vehículos deportivos de lujo. Recordemos, todo se puede medir. Ahora definamos, qué es lo que nos conviene saber para tomar mejores decisiones. [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA]